Yo adivino el parpadeo, de las luces que a lo lejos…
Decía Borges:
Yo siempre he sentido que hay algo de Buenos Aires que me gusta; Me gusta tanto, que no me gusta que a otros les guste; “El mio es un amor celoso”.
A mi me ha pasado lo mismo que a Borges, desde que era niño, cuando mi padre hablaba de Buenos Aires con nostalgia y admiración, desde aquél pequeño pueblito del Uruguay, donde nací ; Pero a diferencia de Borges, “El mio es un amor generoso”…por el contrario, a mi me gusta que a otros les guste lo que a mi me gusta…
Con innegable predestinación, finalmente me afinqué en Buenos Aires, donde he vivido buena parte de mi vida y donde nacieron mis dos hijos porteños.
No resultó ser tan diferente a lo que yo imaginaba en mi niñéz; Es que esta ciudad, cada día distinta y siempre igual , va tomando el perfíl que devuelve un reflejo propio a cada uno de sus habitantes; Siempre tiene un margen para cultivar una idealización personal que va arraigando un sentimiento de pertenencia y una renovada y permanente sumatoria de aquél sentimiento borgeano…
JUAN GUIGOU
Deja una respuesta